lunes, 8 de junio de 2009

¿De qué lado estás tú?


Si bien el tema de Bagua, los nativos, la muerte de los policías y todo eso está a la orden del día, hay una pregunta que me hago con suma impaciencia: ¿de qué lado estás tú? Leo en algunos blogs, páginas autopublicitarias y otros medios, a personas opinando al respecto de manera recalcitrante sobre uno y otro punto, todos referidos a lo ocurrido en Bagua.

Mi opinión es simple: aquí no se trata de ponerse un uno ni otro lado.

Sabemos que nuestro gobierno brilla por su ineptitud. Sabemos que nuestros políticos son los peores de América Latina. Sabemos que las cosas siempre se manejan mal aquí.


Por otro lado, sabemos que los indígenas merecen respeto. Todo pueblo nativo lo merece, pero ¿justifica eso un levantamiento popular que quitará vidas a gente de uno y otro bando? ¿Es esa la manera de reclamar justicia?


Nuestros pueblos no son escuchados, por eso prefieren el ajusticiamiento y no confían en la leyes, pues éstas no han hecho nada por ellos. Eso es claro, pero ¿si las cosas están tratando de ser solucionadas con el diálogo, aunque este demore, no hubiera sido mejor ir por esa vía? No hay que decir que los pobladores son terroristas, ni humalistas, ni chavistas. Tampoco hay que decir que el gobierno o el presidente es genocida.

Acá no hay que ponerse de lado de nadie. La cosas ya sucedieron, ¿sirve de algo echarle la culpa a alguien?
No le demos paso a la intolerancia, no permitamos que nuestras ideas nos cieguen. No apoyemos nada que tenga que ver con la violencia injustificada, ni de hecho ni palabra. Eso, nos lleva a una involución innecesaria que permite que nuestro pueblo (el peruano) no avance.

Por un puñado de políticos que no hacen nada (sólo ser ignorantes y desconocer, muchas veces las consecuencias de sus actos) no vamos a entrar en algo que colinde, siquiera, con una absurda guerra civil. Esos tiempos ya pasaron. Todos estos hechos de violencia podrían ser aprovechados por aquellos que sí quieren destruirnos, por los verdaderos terroristas, por aquellos que buscan cualquier agujero (por diminuto que sea) para volver a entrar.


No se trata de ser Ghandi y predicar la paz, tampoco de alucinarse John Lennon e "imaginar" que el mundo será maravilloso, ni mucho menos, creerse Jesucristo o algún profeta o Mesías que nos rescatará de estas arenas movedizas; simplemente, se trata de mirar las cosas con cabeza fría y buscar soluciones.

Lástima que, los que nos gobiernan, sean tan incapaces de lograrlo. Entonces, no hagamos apología a la violencia por medios masivos donde mucha más gente nos leerá. Digamos: "No a la muerte, no al derramamiento de sangre absurdo".


No apoyemos insurgencias ni las lapidemos. No apoyemos al gobierno ni a sus causas perdidas.

Unas cuantas palabras pueden cambiar algo sin necesidad de levantar las armas.



Piénsenlo.

2 comentarios:

Angie dijo...

Y tus poemas?....

Micky Bane dijo...

Al lado izquierdo dice "Literatura Baneana", ahí haciendo click puedes acceder a los poemas.


Saludos.