domingo, 4 de septiembre de 2011

Patetismo literario.




Qué mala pata querer ser escritor en tiempos en los que la gente no lee. En tiempos en los que un teléfono inteligente o una computadora de bolsillo para ver bebés reír o animales haciendo malabares la lectura se ha convertido en un pasatiempo casi extinto. Y no, no me refiero a el diario o a las revistas; me refiero a la literatura. Aquella rama del arte cuya misión es enviar nuestra mente a un paraje alejado e inexistente, a disfrutar y vivir en las fantasías más hermosas o las tragedias más terribles.


Qué mal querer ser escritor en un país en el que no hay oportunidades para los nóveles con talento aún no descubiertos; en donde vedettes venidas a menos, periodistas chismosas y ex reinas del medio día no tienen el menor problema para lanzar hojas de papel llenas de letras que no dicen nada a precios que para los pobres analfabetos equivalen a la inexistente educación que jamás tendrán o al trozo de pan que no podrán comer. 


Aquí, donde rechazaron manuscritos de Vallejo y Ciro Alegría, y donde se les reconoce post mortem... En este país en el que la calata y la crónica roja aseguran el pan al que miente y calumnia y donde el futbolista mediocre es noticia porque sacó los pies del plato o brindó más de la cuenta pese a haber perdido.


Aquí, donde no hay editoriales que te ayuden o te apoyen de verdad aprovechándose de la inocencia e ingenuidad del que jamás ha publicado cobrando más de la cuenta, sin apostar realmente por el don de la palabra escrita.


Aquí, señores, donde la poesía es una palabra de cuatro sílabas y la novela es el culebrón de las ocho y bruñe resplandeciente ante el ojo ignorante y ávido de la chacota y el barato divertimento... 


Aquí, donde los gallinazos vuelan bajo la panza de un burro y los cardenales se santiguan ante una cruz de hierro...


Aquí escribo.




6 comentarios:

Anónimo dijo...

Te faltó poner que eres un escritor mediocre en un país como el que que describes. Tu crítica es infantil, propia de un adolescente que patalea porque no le dan oportunidades. He leído con atención tus textos y te puedo decir que eres como un futbolista de Inti Gas, vedette de Risas de América o actor de Al Fondo Hay Sitio: tienes la etiqueta de escritor, pero nada de talento. Vamos, no eres Hemingway, Vargas Llosa, ni siquiera Bayly, y si nadie te da bola es porque eres mediocres. Es más, ni te alcanza a ser mediocre: eres malo y punto. Puro bla, bla, bla, nada de esfuerzo estético. Aburrido, en pocas palabras.

Micky Bane dijo...

Gracias =)

NJSS dijo...

Discrepo totalmente con el señor Anonimo, vaya descaro hablar sin decir el nombre.

¿Porqué ir en defensa?

Es que simplemente basta con que nazca la naturalidad de expresarte, la de tener un blog y comentar tus letras a los demás.....eso se llama valentía hombre, mirarse al espejo y salir a comerse el mundo.

Que bueno que exista gente como la del comentario anterior porque eso da mas fuerza!!!

Con respecto a tu post, hay muchos escritores noveles que esperan la oportunidad de publicar. El secreto esta en el trabajo duro y la constancia, primero cree en tus letras y después que el mundo crea en ellas, esto es la maduración literaria, las cosas vienen solas...y mira siempre se puede estar tranquilo ...Die With Your Boots On!!!

Te visito desde

http://desdoblamientointelectual.blogspot.com/

Suerte!!!

Micky Bane dijo...

Gracias. Siempre hay que mirar adelante. Muchos de los que hablan se escudan tras un monitor de computadora. Ahí sí son valientes.

Saludos.

millaray bermeo dijo...

Vaya falacia!!! tener que comparar con escritores que en su tiempo tampoco fueron reconocidos para hacer una crítica...jajaja...la estética de una prosa en su intento por lucirse puede llegar a ser barroca!No se necesita atribuirle palabras rimbonbantes para tener valía, el buen escritor es el que se hace entender por cualquiera! Señor Anónimo= huachaferías!!!!

Micky Bane dijo...

Lo mismo decía Borges en cuánto a dejarse entender por el lector, aun cuando él mismo pecaba de barroco, ciertamente, en muchos de sus textos.

Dijeron en alguna ocasión que para leer a Borges había que tener cierta cultura (lo cual no deja de ser verdad, en cierta medida), pero lo que para unos puede ser barroco, para otros puede ser perfectamente entendible.

Saludos.